La calidad y eficacia del gel de Aloe Vera viene condicionada por su contenido y composición en polisacáridos (acemanano), que varía según los ciclos vitales de la planta y las condiciones climáticas. Por ello es esencial utilizar productos en los que la calidad del aloe esté garantizada desde el cultivo y la recogida hasta el producto final.
Aunque el Aloe Vera es originaria del este de África, específicamente de la península de Arabia, ha encontrado en Fuerteventura el hábitat ideal para desarrollarse sana y con una cantidad elevada de acemanano. Esta planta medicinal de tallo corto y grueso, almacena agua en sus hojas y se utiliza para la salud y belleza, destacándose sus propiedades dermatológicas.
Para extraer el gel del Aloe Vera, como primera medida hay que escoger cuidadosamente las hojas. Es recomendable utilizar las más bajas, más gruesas, externas y las que más propiedades tienen.
La aloína se extrae mediante desangre, o por incisiones en la epidermis de las hojas frescas. De color amarillo intenso, es rica en derivados hidroxiantracénicos de efectos laxantes. La pulpa o gel de aloe es una sustancia mucilaginosa casi transparente del interior hojas de aloe, se usa normalmente en higiene, cosmética y en el tratamiento de diversos problemas de la piel.
De los estudios publicados en los últimos años se desprende que el gel de aloe es muy eficaz en:
- La cicatrización de heridas, quemaduras de primero y segundo grado, quemaduras solares, eczemas, dermatitis agudas, irritaciones y abrasiones de la piel.
- Favoreciendo la hidratación, cicatrización y regeneración de la misma y reduciendo la inflamación y el dolor, debido a su acción hidratante, cicatrizante, antiinflamatoria, inmunomoduladora y antiviral.
- El gel de aloe es también un ingrediente habitual en muchos productos de higiene y cosmética debido a sus propiedades hidratantes y emolientes y debido a su efecto antienvejecimiento.
- Si se hace un uso casero de la planta, debe aplicarse sobre la piel la parte central de la pulpa, evitando la que está bajo la corteza, ya que la aloína puede ser causante de alergia, dermatitis y fotosensibilización (alteraciones de la piel producidas por las radiaciones UV del sol).